Palabras.

Seguramente hoy tenga la mirada más vacía y triste de todas, pero el corazón ahogado y lleno por un par de palabras. Palabras que aguantan, para el momento en el que dicho corazón deje de latir; probablemente, aguanten para salir en mi último suspiro, que vayan con tanta fuerza que alteren tus sentidos e iniciativas.
Sin alguna duda,  ese "te quiero" volverá a llenar el alma que está desgastada de tanto querer, de sentir hasta las trancas y no empaparse de ti.

Amanecer.

Voy a volver a agarrarte de la mano y a mirar tus labios mientras hablas conteniendo el deseo extremo de besarlos. 

Voy a volver a cantarte, 

a escucharte y a soñar despiertos.

 Voy a volver a caminar a tu lado mientras te hago reir. 

Voy a volver a enamorarte. 

Quiero mirar las estrellas mil y una vez más,  y saber que tú haces lo mismo desde la distancia. 

Quiero gritar al mundo que te quiero, y que la vida ahora mismo solo se compone de amaneceres y apuestas cuyas observo con lágrimas en los ojos y el corazón roto como cristales.

Quiero abrir los ojos y ver irte. Que quiero y que no puedo. Y que iba pero ya es imposible.