Music

domingo, 15 de noviembre de 2015

Quién de niña prometí ser.

 Hoy me he propuesto pensar a dónde me gustaría ir, qué hacer y cómo conseguir mis metas.

  Sí, he decidido que quiero ir a la ciudad del viento,
para que mi pelo se alborote y me aleje de preocupaciones. 
 Quiero ir a la ciudad de la música, 
para que mis piernas bailen y sigan el camino más alegre. 
 Quiero ir a la ciudad de la risa,
para sacar el llanto que llevo dentro.
  Quiero ir a la ciudad del arte,
para ver belleza y que no sea en un rostro.
 Quiero ir a la ciudad del desorden,
para encontrar perdido lo que siempre busqué.
 Quiero ir a una ciudad diferente, alegre y sorprendente. 
 Quiero moverme sin miedo, sin pensar que voy a pisar un obstáculo que me impida seguir. 
 Quiero ser, 
quién de niña prometí ser; 
alguien feliz y sin miedo a volar.

martes, 10 de noviembre de 2015

¿Dónde están los monstruos?

 Solía quedarme fascinada con las historias de terror sobre monstruos que mataban a personas, que enseñaban sus enormes garras y dientes afilados y hacían huir a personas inofensivas. Siempre estaba en contra de ellos, y me indignaba cuando ganaban a mi personaje favorito.

 Solía temer dormir sola con las luces apagadas, por si alguno de ellos saltaba hacia mi en mitad de la oscuridad impidiéndome escapar.

 Solía dibujarlos de una manera horrible; mientras más miedo diese, más malo sería.

 Pero que ridícula tal idea. Crecemos y acordamos que son seres irreales e imaginarios; algo más absurdo aún. ¿Acaso ya no crees en monstruos?

 Yo acostumbro a verlos a diario, te humillan, dañan, desprecian y hunden. Disfrutan con verte mal y ríen de tus desgracias. ¿Acaso no te suena?

 Tratan de competir para sentirse vencedores, de ganar y hacerte sentir diminuto e inútil. ¿No estás pensando en quiénes son?

 Todas las personas resultan ser monstruos reales.

 Solemos acostumbrarnos a ello, no vencer el miedo y menos, ganarles como los protagonistas en las películas. ¿Por qué?


 El tamaño de los monstruos depende del miedo que les tengas, depende de ti.
 Eres enorme: esconderte no te ayudará a vencer nada, ni mucho menos a nadie.

 Recuérdalo, depende de ti. Enfréntate a ellos y consigue preguntarte ¿Dónde están los monstruos ahora?

sábado, 17 de octubre de 2015

Fuiste, ya no.

  Hoy es un día lluvioso. No de esa lluvia de la cual el paraguas es el que te salva, ni la que es deseada por los niños para ponerse sus botas de agua y salir a pisar los charcos, tampoco es la que los agricultores adoran para sus cosechas. ni la que la joven desea oír mientras lee una novela romántica.

  Es aquella lluvia que empapa el alma; aquella que hunde todo de ti; que no la salva nada, ni mucho menos nadie; aquella que es incapaz de salir de ti, pero que nadie para a ayudarte a salir de ella.

  Yo la llamo recuerdo, tu recuerdo. Es el vacío que has dejado y que no hay otra manera de llenarlo que con remordimientos y tristeza.

 Y es que eres eso; como una línea errónea con permanente en un dibujo; como comida caliente en un día de calor; como madrugar un sábado; como una canción sin acertar ningún bemol; como el sonido de una guitarra con las cuerdas gastadas; como el Titánic sin barco; como versos en prosa.

  Como un error en mi vida.

 Lo eres, pero también he de aceptar que fuiste mi sonrisa más larga, mi musa en sueños, mis lágrimas en la noche, mi felicidad sin motivo y mi cualidad perfecta.

  Pero como dije: fuiste, pero ya no.

  Lluvia, lléname, y que este vacío se convierta en un recuerdo más.

jueves, 25 de junio de 2015

Acostúmbrate a ser quién eres.

  Hablan sin saber y ellos mismos te atribuyen un pasado.

 Olvidan que eres humana y que tener un presente bestial, frío y aislado no significa que sea lo que la vida te ha devuelto porque tú fuiste así. La vida es injusta. Nunca da lo que mereces y siempre las personas buenas son las qué más solas quedan.

  A veces te preguntas ¿por qué existo aún? ¿Para qué? ¿A quién le hago falta? ¿Quién brindaría por mi? ¿Quién apostaría por mi? ¿Por qué no soy feliz? ¿Qué hice mal? Pero no eres capaz de autoresponderte ni tampoco de entender por qué a ti.

  No estás sola/o yo también me siento así y también quiero a alguien sobre el cual al fin apoyarme en su hombro y llorar hasta que quede seca. Yo también quiero ser feliz, pero todo a su tiempo. Quizás ese momento nunca llegue, pero, la vida no va a dar un giro del día a la mañana y cambiar, por eso: acostumbrate a ser quién eres.

  Da igual tu historia, no te esfuerces en demostrarla, ellos entenderán lo que quieran entender.

lunes, 8 de junio de 2015

  Y cuando crees que las mariposas de tu estomago no van a volar ni dejar de crear en ti ese comportamiento es cuando ocurre.

 Ocurre que esos pequeños insectos salen de ti, sin miedo, sin compasión. Salen en forma de lágrimas resbalando sobre tus mejillas y causando dolor en tu interior.

 Ocurre que el amor, ésa reacción química tan conocida ha vuelto a fallarte, como él y como el resto del mundo en tantas ocasiones semejantes.

 Ocurre que las hojas de tu cuaderno están llenas y no puedes seguir desahogándote sola.

 Ocurre que la soledad vuelve a ser lo único que te acoge.

 Ocurre que vives pensando en el pasado, y en qué será de ti en un futuro.

 Ocurre que éste sentimiento ha vuelto a ser una mala influencia para ti. Ha vuelto a ser errónea.

 Ocurre que él se ha ido y lo estás extrañando; que vuelves a ver la cama vacía y no sabes como llenarla; que la luna se ve más pequeña que nunca; y que los sueños se vuelven ideas irreales, fantásticas e inalcanzables.

Solo va a durar un tiempo éste paso para conseguir sacarlo de tu día.
                                                                                                                                               
 Y lo sabes.
                                                                                        Pero cuesta asimilar encontrarse así.
                                                              Aun así, tu puedes.
Porque nadie en esta vida depende del amor.
         
                                                   
                                                                             Se feliz.

martes, 12 de mayo de 2015

   Son cuarenta y dos noches; y cuarenta y tres días los que llevo acolchando mis problemas sobre las estrellas, rompiendo en llantos sin un consuelo, brindando copas a las tantas sin acompañante y escribiendo sobre la misma hoja que te echo de menos.

  Contemplo como el cigarrillo situado en el suelo, arrojado por el viejo de barba larga; se consume. Exacto; como mis ideas; sentimientos; y destierros; que al son del 'tic tac' del reloj se ahogan en un mar de lágrimas agrias junto a la copa de alcohol.

  ¿Será amor? Yo siempre oí que eso era bonito, nada vulgar y daba exceso de felicidad. ¿Se habrán confundido? Seguramente. Ésto no puede ser otra cosa más que amor.




   Si en algún momento decides volver, ven. Seguramente esté a la espera de tu regreso o quizás en el comienzo de una nueva historia...

domingo, 26 de abril de 2015

¿Y si él volviera?

Si él volviera le besaría cada día como el último de los mios;
le diría todos los "te quiero" que no le dije a través del teléfono por hacerle rabiar;
le haría contar todas las estrellas que estén al alcance de su vista para que supiera la aproximación de lo mucho que le adoro;
le besaría en el cuello, porque sé que es lo que más le gusta;
le volvería a contar todas las noches mi relato sobre cómo haríamos el amor en la próxima quedada o simplemente en un futuro porque no nos importaba esperar.

Si él volviera a mi, yo volvería al mundo.

Pero, me toca vivir del olvido, vivir sin que él vuelva, vivir a la espera del amor verdadero; vivir.





                            

viernes, 10 de abril de 2015

Soledad.

    ¿Soledad? Soledad no es pasar el fin de semana en casa sin salir, no es no tener con quién ver una película, no es ser la menos popular en el grupo de amigas, tampoco es no tener a ningún chico detrás tuya, ni ver tu móvil y observar que no tienes un mensaje de la persona a la cuál más aprecias.
  
   Soledad es pasar los días de tu vida rodeada de gente que te insignifican, es no tener a quién querer por el hecho de que nadie se acerca a ti, es arruinarte en llantos sin que alguien te pregunte una explicación, es tomar tu móvil y no tener ningún mensaje, llamada, de alguien interesándose por ti.
   
   Solemos llamar soledad a un estado determinado en la vida, pero no es así..son años los que llevo sola, alejada, temiendo de la vida real, y ahora comprendo que la soledad no es tan mala como hablan aquellos que no la conocen verdaderamente; te hace describir la vida como realmente es, comprender que aquellas historias de princesas, felicidad, eran verdaderas locuras escritas, verdadera fantasía.
   
    Te das cuenta de que eres lo que nadie busca, que tienes a miles de personas a tu alrededor pero nadie contigo. 
  
    Hoy decido no volver a creer en la posibilidad de ser feliz, de no volver a confiar en nadie, no volver a cometer los mismos errores. Ésto no es rendirse, es saber que las decepciones ya fueron suficientes.

sábado, 21 de marzo de 2015

Amistad.


    No sé yo si las amistades son eternas, o si simplemente tras un tiempo aguardan en el olvido. No sé si la primavera es la estación más florecida y bonita o tu risa y el sonido que le acompaña. No sé si alguna vez mi felicidad va a tener que depender de alguien o si seguiré fracasando en intentos de amor. No sé si la lluvia te hace estar triste o pensar lo lejos que a veces te tengo. Tampoco sé si en un lienzo puedo pintarte y colocar tu mechón de pelo sobre tu rostro en el lugar adecuado.

    Pero lo que si sé es que si ésta amistad queda en el olvido, jamás desgastaré de él; que tu risa no tiene comparación con una estación ni con el mismo cielo; que si mi felicidad dependiese de alguien, ese alguien serías tú; que la distancia únicamente me hace sentir orgullosa de mantenerte y cogerte el fin de semana con más ganas y abrazarte tanto hasta llegar a unir tus destrozos en un solo segundo eterno; y que dibujarte es sencillo pero lo mejor de un retrato es lo que no se ve, el cariño y sencillez.

  Y esque amiga mía, hoy me he levantado con ganas de escribirte, no por placer, sino porque haciendo esto, me siento un poquito más cerca de ti.

  Ven pronto, te echo de menos. Y no solo yo, también las idas de sol que observábamos mientras olvidábamos el miedo.







                                                             MR

                                                                         

jueves, 26 de febrero de 2015

Cariño...

      Cariño,
hoy me siento enamorada; no porque hayamos hablado más a través del teléfono, no porque me hayas dedicado los más bonitos versos de Benedetti o de Becquer, no porque haya recordado lo inmensamente feliz que me haces, ni porque sigues cumpliendo con la promesa de "para siempre".
     
      Hoy me siento enamorada porque te estoy conociendo, y es sorprenderme, complacerme, interesarme por el qué o quién es verdaderamente esa persona que me eleva a la llamada vida. Y es así, contigo la estoy conociendo, viviendo, por primera vez.
   
      Hoy me siento enamorada, pero de la forma más arriesgada de hacerlo; enamorarse de una personalidad, cuando te enamoras de alguien por como es, por lo que hace contigo, por su forma de hablar, por su forma de pensar, por sus formas y maneras de mirarte. Es una forma tan profunda que no llegas a hacer pie, y en tu cabeza es la mejor del mundo, pero cuando la ves  te parece más emocionante aún. No hace falta tocar a alguien para que te cale dentro, aunque no diga que no ayuda. Es más difícil olvidar a alguien que se te mete en la cabeza, que alguien que se te mete en los ojos.

     Y aunque olvidarte no esté en mis planes es un placer estar enamorada de usted no por un físico, sino por ti mismo.
De modo que, cariño.
Persona que no vale la pena, que vale la vida,
quédate,
y sube a mi tren,
no bajes, te quiero, te necesito,
aquí conmigo.


lunes, 16 de febrero de 2015

Amor.

              Hay realidades que superan la ficción de las historias en las películas, y que ocurren verdaderamente, hay realidades de sentimientos incalculables, que las vemos, las vivimos: como el amor, esa pistola con la que todos nos suicidamos alguna vez, que nos hace querer a alguien como si no nos fuese a romper el corazón, que crees estar unido a alguien aun estando lejos y terminas dudando que si tu felicidad dependa de otra persona es lo adecuado.
         Pero al fin y al cabo, el amor es amor, no es dependencia, ni fortaleza; es ese sentimiento extraño que te hace comportar de la manera más absurda posible, solo que su reacción contra ti puede ser a favor o en contra, pero recuerda "Quién algo quiere, algo le cuesta.".

miércoles, 21 de enero de 2015

Pequeña suicida.

        Tener esa pequeña necesidad de volver a desahogarte de la misma manera y, no por placer, sino porque nuevamente me muestra la vida misma, que valor no tiene ninguno, que ni el amor la salva.

        Con la cuchilla afilada en la mano y el tornillo del afila-lápiz en el suelo rodando. Cómo dicen de modo menos agresivo, entre la espada y la pared, decidiendo si salvar mi "vida" o huir de ella. Esta es mi situación actual y la que me martilla cada noche.

        Sé que no es lo correcto, pero joder, que me ayuden a mi a afrontar la vida de una vez, que intenten cambiar mi ser, que entonces se darán cuenta de que será tan inútil como intentar describir colores a un ciego de vida.

       Sé que no es de valientes, pero esto, no duele tanto como los propios sentimientos, las propias palabras que una vez me dirigieron con maldad. Solo son cicatrices que señalan una guerra superada, o un intento de ello, que indican que el dolor está acabando; pero todo esto de manera inexplicable del por qué lo hice. Tampoco es que pretenda ser valiente, nunca lo he sido al no dirigirme a esas voces que me gritaban y gritan que no soy digna de estar aquí, que no le doy uso a la oportunidad. Pero he terminado por creerme que es así, que tal vez no merezca la vida.

        Sé que llorar y auto-lesionarme no ayuda, pero joder, nadie jamás me ha ofrecido auxilio. La única compañía que he tenido desde años ha sido la soledad.

       Quiero salir de este agujero y gritar lo desesperada que estoy por saber lo que es vivir. Y valorarme tanto hasta llegar a pensar que pude que la vida sea la que no me merece a mi. Dejar de ver como la sangre corre sobre mi piel, limpiarla y, ser fuerte solamente, por aquellos que alguna vez me dijeron "Eres y serás incapaz de lograrlo".

lunes, 12 de enero de 2015

Completamente desviada de la realidad.
Así me siento. Pues hoy, nuevamente he cogido la libreta y en un intento fallido me he precipitado a plasmar en letras, pensamientos no referentes a él.

Dicen de poder quemar todas nuestras fotos,
pero es que su recuerdo joder,
su recuerdo es el fuego.

Porque al fin y al cabo solo somos esa historia no escrita que nadie se atreve a narrar.

Pero yo, ha de aprender de la luna que, aunque se encuentre sola, nunca deja de brillar. Ha de vivir la vida sin seguir ningún camino. Ha de acordarme de que ya no somos ambos, que soy solo yo. Ha de aprender a ser el mar dónde todo humano arroja sus lágrimas más profundas y mantener ahogada en las mías propias.

Y es mejor, no atribuir a los objetos y placeres de la vida amor. Pues el amor no es tan feliz como lo pintan, aun que dime tú; no hay nada más bonito que la manera en la que el mar se niega a dejar de besar a la orilla, a pesar de la cantidad de veces que le obligan a alejarse.


Y por estas pequeñas enseñanzas de la vida, sigo aquí. Sin ser esa luna, ni ese mar. Siendo yo, pues antes de que puedas caer, estaré sujetándote con mis heridas y desgarradas manos tras tantas batallas a punto de ganar; aun que dentro de algún tiempo vuelva a caer en que esperarte es un único error.